Si la lectura no es lo tuyo, entonces estas en el blog equivocado, sin embargo, si quieres leer algo diferente contado de una manera muy ordinaria, entonces disfruta de 7 capítulos llenos de la cruda verdad.

domingo, 13 de marzo de 2011

Capitulo TRES Una Orgía al son de la Bachata




            Si para hacer el enunciado de este capitulo necesito la letra de una canción, esta sería “Yo no se mañana, yo no se mañana, si estaremos juntos, si se acaba el mundo, yo no se si soy para ti, si serás para mi, si lleguemos a amarnos u odiarnos… yo no se mañana”. Yo tampoco se nada, no se que pasará mañana; lo que si se hoy es que una gran porción de la población sale a la calle a devorar y a ser devorado.

            ¿Son los personajes de las novelas realmente genuinos? ¿De dónde salen sus historias?- o acaso gracias a las mentiras y fantasías que proyecta el mundo del cine y la televisión nuestra sociedad adopta conductas y “evoluciona” y/o se reinventa- Tampoco lo se; por ejemplo ¿quién coño invento la maldita frase “hampa organizada”? ¿Quién le da ideas a la sociedad para que destruya, dañe y modifique la historia? O sencillamente eso somos, eso si existe, y nos tiene que dar risa… Green Day  un famoso grupo de punk, hace 5 años saca al mercado un tema que hasta nuestros días sigue ocupando un lugar icónico en lo que a Música se refiere: AMERICAN IDIOT que en español es igual a idiota americano. Y este tema, o más bien este ítem  aplica mucho al venezolano, al caraqueño. Actuamos como unos Idiotas venezolanos; nos engañan y reímos, nos estafan y reímos, nos enseñan a matar, nos dan ideas de cómo robar un banco y eso nos causa gracia. Esta reflexión nace del capitulo de hoy. Que nadie se ofenda, vamos a reír porque la risa es el método más práctico de evadir la realidad.

            Tres malandros, tres idiotas, tres tipos con pistolas sin balas. Vestidos para agredir, nacidos para ser el “coco” del día a día en la ciudad; el numerito de la rifa que esta vez no nos queremos ganar. Tres carajos, usando NIKE, con decolorante número 40 en el cabello y bigote, con la virgen tatuada, forrados en oro e imitando el look de chino y nacho y cualquier otro que pone de moda el malandreo (ojo no tengo nada en contra de estos músicos, inclusive, yo bailo sus canciones en la discoteca). ¿Cómo ocurre lo que pasó?

            No lo se, sólo se que tres tipos entraron al metro y fueron más inteligentes que cualquiera. Recapitulemos: Entran a la estación a atracar, pero previamente subcontratan a un vendedor de empanadas en la entrada del metro de los cortijos a las 5:00 am (hora de llegada de los operadores) y sabemos que ningún trabajador y especialmente operador de taquilla del metro se resiste a una buena empanada de carne mechada con una malta bien fría. A eso llamamos “distracción”. Acto seguido, ellos saben que los días Lunes la policía y la guardia nacional no madrugan, todo lo contrario, llegan más tarde porque malandro que se respete no trabaja en las mañanas salvo estos gurús de la delincuencia, y eso les garantiza una mañana de sexo, cama y desayuno extenso a los uniformados. Bien- llega el trío del terror, entran al hall de la estación como cualquier otra persona que usa el servicio, pero como un malandro siempre necesita el reconocimiento popular, dejan exponer sus caras, sus armas y cual estrella de rock, se lucen en escena.

            Para concluir y cerrar el espectáculo, agreden a ciertas personas, en este caso a nuestro protagonista Reymond e indirectamente a la chica guapa de la novela Lucía. Por último aparece un personaje extra que quizás modifica el momento y lo hace más interesante; una psicóloga. Aquí quiero aclarar lo que mencionaba al principio del capitulo, lo de idiotas venezolanos; ¿Cómo un psicólogo le habla de modo tan directo a un delincuente? ¿Método? Quizás, ¿Cómo un profesional letrado y entrenado para entender y canalizar problemas le dice a un malandro que ella fue de barrio y ahora es una tipa montada? ¿Resentida y clasista? Tal vez, ¿Cómo una psicólogo, quien en teoría va a trabajar o a una reunión usa un micro vestido rojo? Rojo, un color que resalta, distrae y causa euforia. Bien, una más: ¿Cómo te disparan aunque sea de mentiritas, y te levantas y sigues como si nada ha pasado? Valentía y coraje, es posible en Caracas. La Doctora Indira Narváez alias la VIP, sale de la estación como si nada, sale de escena, desaparece del momento del crimen.

Al abandonar la estación un moto taxista le espera como un chofer a su patrón, ella se sube a la moto como cualquiera que no desea utilizar el metro y busca un medio alternativo para trasladarse de un sitio a otro. Se pone el casco, toma su BB y hace una llamada en la que a carcajadas dice: ¡La próxima vez que me digas sapa, te voy a pinchar esos “GOOD YEAR” (cauchos-barriga-gordura), pa que seas serio y respetes peluche!, todo fino  papi sexi, nos vemos en la cueva,… nojodas pa que tu veas, que muslo de hembra manda, nadie se dio cuenta de nada, cambio y nos vidrio (nos vemos al rato). Independientemente de lo que haya dicho este disfraz, en resumen, el robo salió bien y se burlaron de todo el mundo ¡que divertido!

            ¿Idiotas? No necesariamente, ignorantes, podría ser- Idiotas venezolanos, somos víctimas de estrategias delictivas “hampa organizada”; eso no es nada comparado con lo que pasa diariamente en esta ciudad. Reflexión: hay que ver más allá de una cara bonita y de un vestido rojo, y les aseguro que “Franco y Oscarcito” tiene mucho que ver con esa prenda.

            Volvamos a la escena que importa, el primer contacto de los protagonistas; de Reymond de Catia y Lucia del Cafetal. Luego de un abrazo emotivo producto del susto que provocó el atraco, quedaba la incertidumbre, el cuestionamiento de decir ¿Qué hacer? Paradójicamente, Ninguno de los 2 se resistió a esa expresión efímera de cariño, de solidaridad, de buscar que a por lo menos una persona le importa tu dolor, tu miedo tu salud. Un abrazo entre un hombre víctima del despiste y el mal sudor pero de buenos sentimientos y una mujer que a simple vista es inalcanzable pero quien en el fondo no es más que un ser humano vulnerable aclamando amor y respeto.


            Un accidente que provoca un encuentro relativo, normalmente sin mucha gracia; pero la vida es así, incomprensible, impredecible. Así como este par muchas parejas se encuentran diariamente, se odian y se aman, se hacen amigos o enemigos, tiene sexo o se agreden físicamente, indirectamente o no el hecho de estar en el momento y lugar exacto puede condicionar y desencadenar más y más cosas.

            Reymond dice: Disculpa que me haya quedado pegado a ti como un koala, pero te veo así llorando y no se ni que hacer, ¿te sientes bien? ¿Quieres que te lleve a algún ambulatorio?  Lucia responde: Me siento la virgen de algo, una milagrosa o santera, aún no entiendo como pudiste mover los brazos. Reymond: (sonriendo) se nota que no te atracan muy a menudo ¿verdad?  En el mundo real solemos fingir como camuflaje, como animales en la selva huyendo del depredador…


            Palabras y más palabras después…

            La gente de la ciudad suele ser en oportunidades egoísta, es una manera de sobrevivir, una de las cosas que más define al caraqueño es su personalidad armada de dureza, frialdad y egoísmo espacial; mientras menos te acerques mejor, mientras más te ignoro mejor y menos sufro, mientas menos te quiera me va mejor y tengo más. En fin, no viene al caso específico de la conversación de este par pero probablemente sí a muchos de los presentes que vivieron el mismo incidente. Lucía echa el mismo cuento a Reymond de su examen y la premura con la hora y la universidad, se les van los minutos hablando y a este muchacho se le olvida por completo que iba camino a casa de su amigo a ponerse desodorante. Tanto así que se ofrece a acompañar a Lucía hasta la Estación Plaza Venezuela mientras la chica se calmaba de los nervios. Irracionalmente la decisión de permanecer en la estación y abordar el tren obedece a la economía de ambos jóvenes quienes criollamente andan “pelando”.

            Por otro lado, vale la pena decir que Reymond solo acompañaría a Lucia hasta Plaza Venezuela porque allí se hace una importante transferencia o cambio de tren, el que lleva a la chica en dirección Ciudad Universitaria (la universidad) y nene seguiría montado en el mismo tren porque él va en dirección capitolio (Ministerios). Luego de varios minutos de espera, estrés, discusiones y afluencia de personas de lado y lado; el operador de Metro, una voz de galán de mercado anuncia que ya se reestablece el sistema y que en breves momentos podrían abordar el tren y continuar la ruta. ¡Excelente!, todo el mundo feliz, como el que se lleva el centro de mesa en una fiesta.

            Tic toc, tic,toc… en cámara rápida y a punta de empujones, las personas abordan el tren, hora: 9:00 am; tarde para Lucía, tarde para Reymond, pero en el mundo del Venezolano, llegar tarde a todo es más de lo mismo; además, cuando hay un muerto en el Metro todo el mundo tiene la excusa perfecta ¡ OH Bendito seas difunto EMO!


            Hay accidentes no casualidades.


            Estando dentro del vagón, Lucia y Reymond compactados entre la gente no hablaban, solo se miraban con un sentimiento mixto, un licuado de emociones que yo, siendo el redactor de esta novela, no sabría explicar. Por un lado el le miraba con lástima pero no podía evitar buceársela porque eso si que tiene la muchacha, par de ojos, par de lolas, par de caderas, par de piernas…Ella por su lado, lo miraba con intriga, con una especie de agradecimiento y a la vez como con una convicción de que con él estaría a salvo mientras permanecieran en el tren.  Ella no notaba el olorcito y a el definitivamente se le olvido ese detalle, puede que no se gustan a primera vista pero si sienten que deben estar juntos, al menos mientras este viaje se acaba ¿alguna razón? – ninguna.


            Un vagón, 80 personas, prácticamente vacío en este caso (luego de un arrollamiento). Personajes y mixtura de rostros y emociones; y como siempre ocurre algo que lo modifica todo… Roberximar 16 añitos,  fruto del amor entre Roberto y María Auxiliadora, 8 meses de embarazo y futura madre soltera esta dentro del vagón. Llega, se expone, coloca cara de sufrimiento y estreñimiento y convence lo suficiente para que un Señor le cediera su asiento  por encontrase ella en estado de gravidez. Este señor en cuestión es Luis, 38 años, aparentemente sacado de un video muy famoso llamado YMCA, si no lo conocen, criollamente puedo decir que tiene un look a “sadomasoquista” literalmente, pero en la villa del señor y en el derecho de admisión de Metro cabemos todos.

Bien, también en este vagón estaban algunos íconos del metro y voy a citar por lo menos a diez de ellos: una vendedora de Atalayas, un negro salsero, un hippie con su esposa hippie e hijo “minihippie” una secretaria de prefectura, unos chamos de liceo, el pana de 25 que le cae a las chamitas del liceo, 2 lobas (chicas de la vida difícil) y una enfermera promedio. Justo cuando se va a cerrar la puerta del vagón y se disponía a poner en marcha el sistema, entra uno de los personajes más temidos por todos los amantes de la buena música, un ser humano que acaba con la paz mental de algunos pero le ilumina el camino a otros, un ente que quizás, puede propiciar suicidios masivos o embarazos precoces; me refiero al pana que canta vallenatos.


            Gente diversa, y Lucia y Reymond allí adentro, compactados en la masa, y cada quien en su mundo, en su propia historia. ¡Al FIN! Se pone en marcha el tren, atrás quedaron los restos de ese muchacho Emo-roquero-fresa-Hellokity que detonó esta historia. Al menos su muerte será recordada por los asistentes en la estación, por los vigilantes del Metro, por los seguidores de chismes en Twitter y otros… En medio de la puesta en marcha del tren, el intento de músico afina el Ipod, modera el sonido y pone play a su entrada artística. Empieza la velada- Suena el osito dormilón ¿Qué tal?... En las caras de los presentes reinaba molestia, apatía, atención, éxtasis,  melancolía y más. Reymond no le gusta el vallenato y hace ojitos a Lucia que expresaban lo siguiente “ignóralo, al hacer la siguiente parada nos cambiamos de vagón” Por su parte Lucia moviendo la cabeza se tripeaba la cosa, ella aún estaba nerviosa y cualquier cosa le iba a calmar los nervios. Roberximar estaba más feliz que nunca recordando esa primera vez a los 11 años cuando tuvo relaciones sexuales por primera vez con su novio “el pollo”. Las lágrimas de emoción brotaban de la cara de la joven embarazada, recordemos que las mujeres en estado son más sensibles y hormonalmente se afectan por cualquier cosa. El tipo inspirado con ese vallenato se interrumpe con la primera parada- Locutor: “Estación Los Dos Caminos”- En ese Instante Reymond hace señal para hacer el cambio de vagón pero Lucía no quería ni moverse porque entre tanta gente su cabello podría arruinarse, y una mujer como ella- primero muerta que sencilla. Cierra la puerta y el vallenato continúa y culmina, en ese momento y raramente ocurre algo inverosímil, la gente excitada pide otra canción al joven “artista”. Muchos estómagos se sintieron agredidos pero, el egoísmo espacial es algo inevitable.

            Cual rockstar el muchacho vuelve a modificar su IPOD y pone play a un segundo tema: “DILE AL AMOR” del grupo de bachata Aventura. Sino conocen el tema iTunes puede ayudar a resolver el dilema. Esta canción le mueve el piso a más de uno de los presentes, paradójicamente la escena era deprimente y a la vez un tanto divertida y amena; rápidamente los recuerdos sexuales, de despecho y relaciones llegan a las mentes de algunos de los presentes; pero es momento de hacer una parada- Locutor: Estación Miranda (antigua estación Parque del Este)- Cierran nuevamente las puertas y el vagón va acumulando gente, esa que se quedo a esperar el tren a pesar del retraso suscitado.




            Gente, calor, música, amor y odio, pasa de todo en leves minutos. Suena la canción y de repente en el trayecto que conduce a la siguiente estación: Altamira ¡Se cae el servicio eléctrico!, se detiene el tren, se queda a oscuras-¿Alguien se imagina como es un apagón en Caracas? ¿Y en el Metro?- Me reservo ese comentario, pero es una situación un tanto compleja de manejar.

            Hay accidentes, no casualidades. Gente gritando, con miedo, con el trauma de morir asfixiados, con mil sentimientos encontrados. En fin, este particular episodio trae como consecuencia un nuevo abrazo entre Lucia y Reymond, este gesto va más allá porque Lucia le abraza y le dice: “No quiero morir así, no me sueltes por nada del mundo, mantente a mi lado” Reymond ni tonto que fuera le abraza y cierra los ojos, el tarado le tiene terror a espacios hacinados y a la oscuridad. Mientras estos dos se compactan mediante el miedo, la gente solo gritaba pidiendo auxilio.

 Una particularidad de los artistas es que siempre buscan la oportunidad perfecta para hacerse notar, son como los malandros pero actúan por el camino del bien. El músico de joven tal vez vio Titanic, la película más taquillera del mundo, dirigida por James Cameron y que narraba la historia de un barco en naufragio. Hubo una escena en esa película en la que unos músicos amenizaban la tragedia con melodías dignas para morir. Pues bien, el vallenatero de oro, en medio de la oscuridad y de las mínimas luces de los celulares trata de calmar a las personas con Música y vuelve a entonar su IPOD y pone play a un tercer tema: “Infiel” de Aventura; no se si es un tema adecuado para quienes piensan que van a morir, pero el arte es así, y la cultura popular no tiene limites a la hora de expresarse.

            Oscuridad, calor, desidia, miedo, exaltación, gritos, respiraciones aceleradas y música… y no estoy hablando de un videoclip de Britney pero si de una orgía al son de la bachata. Hay cosas que la naturaleza no puede explicar. ¿Qué hace o que detona un tema musical como este en medio de lo que esta ocurriendo?- Una inesperada erección en Reymond quien se encuentra en los brazos de Lucia, Histeria colectiva, llanto desesperado, miedo, Felicidad en otros- el chamo de 25 le dedica el tema a la niña del liceo para anotar puntos con esta, y una joven embarazada Roberximar quien al escuchar el tema se le remueven los recuerdos e inexplicablemente su bebé quién aún no nace se exalta y decide que este es el momento perfecto para salir del vientre de su madre…


Continúa…

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